El titular del área justificó la ausencia de operativos porque su dependencia tiene un solo alcoholímetro. Dijo que el resto de los dispositivos fueron enviados a Buenos Aires para calibrarse
El director operativo de Tránsito de la comuna, Miguel Grassi Muñoz, justificó el escaso número de controles viales realizados durante las madrugadas de esta temporada al asegurar que su dependencia posee un solo alcoholímetro debido a que el resto de los equipos utilizados para cumplir con esta tarea fueron enviados hace dos meses por él mismo a Buenos Aires para que fueran calibrados.
De este modo el funcionario expuso una de las principales razones por las que en lo que va de este verano la Municipalidad prácticamente no efectuó operativos de prevención en los lugares de la ciudad donde suelen ocurrir los más graves accidentes de tránsito, como por ejemplo, varios tramos la costa.
“La verdad es que tenemos un solo alcoholímetro porque así fue como recibimos la dependencia” argumentó ayer el director horas después del grave accidente ocurrido en la curva de Cabo Corrientes, ubicada a escasos metros del lugar donde hasta hace pocos meses la comuna realizaba frecuentes operativos de prevención.
“El operativo que se hacía en Alem y la costa no se hizo porque no había alcoholímetro. Igual, si se hubiera hecho, no sé si el accidente se hubiera evitado. Yo me pregunto si habría que hacerlo o no porque con el criterio de hacer controles donde hay accidentes o se cometen infracciones habría que tener un agente de Tránsito por cuadra. Además Tránsito no es la única dependencia que tendría que hacer tests de alcoholemia ya que es un trabajo que bien podría cumplir también la Policía en el caso de que tuviera los elementos necesarios”, le explicó el funcionario a LA CAPITAL.
Fueron y no volvieron
Según Grassi Muñoz la mayoría de los alcoholímetros que suele utilizar la Municipalidad en esta clase de operativos de Tránsito no son propios, sino que tal como sucede en muchos otros municipios del país, son provistos por la Agencia Nacional de Seguridad Vial en el marco de de un convenio de cooperación vigente desde hace varios años.
El funcionario precisó que estos dispositivos tienen que ser sometidos a una periódica revisión técnica para garantizar su correcto funcionamiento y asegurar que las mediciones de alcohol en sangre sean exactas.
“Hace ya varias semanas que enviamos los alcoholímetros a Buenos Aires porque ya había llegado el momento de calibrarlos y todavía estamos esperando que nos los devuelvan. Son cosas que llevan tiempo, sobre todo en el Estado”, sostuvo.
El funcionario insistió en culpar por esta situación a la anterior administración, haciéndola cargo de no haber realizado el trámite con anterioridad a su designación.
“Yo asumí el 10 de diciembre y el 12 dispuse que los alcoholímetros, unos 6 aproximadamente, fueran enviados a la Agencia de Seguridad Vial para que los acondicionaran. Esto es una cadena en la que todo se demora porque en el único lugar del país en el que se calibran los alcoholímetros es en Buenos Aires. Los mandamos y todavía no nos contestaron nada. Los alcoholímetros todavía están en Buenos Aires”, sostuvo.
Ante esta situación, el funcionario prometió que este jueves viajará a Capital Federal para solicitar personalmente la entrega de los dispositivos. “Voy a ir a pararme a la Agencia, al Ministerio del Interior o adonde sea para reclamar que me los den”, indicó.
Grassi Muñoz aseguró que a pesar de esta carencia, la dependencia a su cargo desplegó durante este verano una “intensa tarea” y dio cuenta de que por ejemplo, fueron labradas unas 2.900 multas por estacionamiento indebido y que se efectuaron 3.960 “controles reales”.
Entre los operativos más promocionados estuvieron los que protagonizó el intendente Carlos Arroyo durante las noches de Año Nuevo y Navidad.
Uno de ellos se produjo justamente en las inmediaciones de Cabo Corrientes.
Según la información difundida en su momento por el municipio, para fines de enero del año pasado Tránsito había realizado 6.780 tests de alcoholemia utilizando los dispositivos provistos por la Nación, identificando 360 casos positivos.
Al ser consultado sobre las cifras correspondientes a este verano, Grassi Muñoz evitó mencionar cifras, aunque admitió que debido a la falta de alcoholímetros el número de controles fue mucho menor.
De hecho, reconoció que durante el último fin de semana largo Tránsito no realizó este tipo de operativos por no contar con las herramientas necesarias.